La preocupación por la degradación ambiental en Guatemala, provocada por el crecimiento económico desordenado y eminentemente centralizado ocasionó el término “desarrollo sustentable”, concepto poco desarrollado en Guatemala, que surgió cuando se percibió que la referida degradación está íntimamente relacionada con la disminución en la calidad de vida, efecto principal del poco avance en la educación integral y en especial ausencia de cultura ambiental a partir de 1986 con la vigencia de nuestra Constitución.
La garantía constitucional del acceso a la justicia ambiental esta poco reconocida en el marco legal guatemalteco. Nuestra Constitución no lo establece taxativamente, y nuestra sociedad se hunde en el conflicto social, cual lejos de proteger el ambiente, motiva la violencia y fomenta aún más el conflicto social, incentivo de países extranjeros que desconocen la coyuntura e idiosincrasia guatemalteca.
Guatemala necesita diálogo, no más violencia dirigida, cual único propósito es restar equilibrio de un gobierno y restarle competitividad al país.
Es necesario conciliar el país y no segregar más a su población, nuestra diversidad cultural es un atributo que debemos explotar.


